La película describe el regreso a los orígenes que el realizador emprende para descubrir los montes Aures, en el noreste de Argelia, acompañando la mirada curiosa de Amor Hakkar sobre el pasado de esta región. Revela la importancia de los vestigios romano-beréberes de la antigua ciudad de Timgad, y los retos que la preservación de esos lugares amenazados implican